LA ODONTOLOGÍA Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

La Inteligencia Artificial (IA) ha avanzado considerablemente hasta convertirse en uno de los motores más importantes del cambio económico y social del siglo XXI. Gracias a ella podemos avanzar en la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y en mejorar la calidad de vida de los pacientes de una manera mucho más eficiente. Las técnicas odontológicas de los últimos años han experimentado una transformación que ha llevado a las clínicas dentales a estar en continua actualización.

ALINEADORES DENTALES

Las nuevas tecnologías permiten no tener que acudir todas las semanas a revisar si realmente el alineador está en su sitio o si el paciente tiene que cambiar de alineador o no. Lo que permite que el propio paciente sea quien se escanee directamente la boca con una aplicación en su móvil. Esta aplicación manda los datos, los analiza y le dice al paciente si se puede cambiar de alineador.

RAYOS X

La Inteligencia Artificial reconoce patrones a partir de una gran cantidad de datos. En este caso, las radiografías dentales requieren de mucha experiencia por parte del dentista a la hora de mostrar una buena interpretación de la situación de la dentadura del paciente.

IMPLANTES DENTALES

En este caso, la Inteligencia Artificial es capaz, de predecir qué tipo de pacientes pueden sufrir efectos secundarios derivados de sus implantes dentales y así lograr prevenirlos. A partir del estudio de casos con periimplantitis, que ya estaban recibiendo terapia reconstructiva, y casos con implantes sanos, se ha determinado un tipo de bacterias nocivas y células inmunitarias capaces de combatir la infección.

RELACIÓN PACIENTE – DENTISTA

El trato personalizado es otra de las ventajas que proporciona la Inteligencia Artificial en el trato con los pacientes, ya que permite conocer sus costumbres, rutinas y atención a los mensajes de la clínica.

La Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse en cualquiera de los terrenos de nuestro día a día y también en el de la higiene y salud bucal. El diagnóstico y tratamiento individualizado a cada paciente será uno de los puntos que se desarrollen durante los próximos años, así como la automatización en las salas de operaciones.