¿QUÉ ES Y CÓMO EVITAR LA FLUOROSIS DENTAL?

La fluorosis es un problema de salud y estética dental con una gran incidencia en la población debido al consumo y uso excesivo de flúor. Este se encuentra en aguas potables, en dentífricos y colutorios y, si es usado de forma controlada, puede aportar beneficios a los dientes.

¿Qué es la fluorosis dental?

La fluorosis dental es una alteración del esmalte, la parte visible de los dientes, que aparece por una exposición continuada al flúor durante el crecimiento y desarrollo de los mismos.

Suele manifestarse como pequeñas manchas blanquecinas, que pueden variar de color, textura y forma, dependiendo de la gravedad de la fluorosis. Por ello, ante la aparición de manchas en los dientes en edades tempranas es aconsejable acudir al dentista para un diagnóstico correcto.

Hay que tener en cuenta que la fluorosis no solo afecta a la estética dental, sino que repercute de manera directa en el diente. Algunos de los síntomas más comunes de la fluorosis que pueden desarrollarse son:

  • Aparición o aumento de la sensibilidad dental
  • Desarrollo de caries
  • Esmalte quebradizo

Para evitar la fluorosis se pueden tener en cuenta dos factores:

Uso excesivo de pastas dentífricas y colutorios con flúor

Los productos de higiene oral para niños siempre deben adquirirse en establecimientos como farmacias, parafarmacias o clínicas dentales. Durante el desarrollo de los dientes, es importante controlar la cantidad de flúor que entra en contacto con el esmalte y solo aquellos productos certificados son seguros para los niños.

El uso de pastas de dientes dirigidas a los adultos por parte de los más pequeños puede ser peligroso para su salud, ya que suelen tener compuestos más potentes.

Los productos de higiene infantil están preparados para la edad correspondiente, aportándoles la cantidad justa de flúor que necesitan sus dientes para mantener la remineralización del esmalte.

Consumo de agua con exceso de flúor

La cantidad de flúor que se consume por agua es variable. No solo depende de la calidad del agua que se bebe, sino que también puede afectar aquella que se utiliza para la elaboración de comida y limpieza de alimentos.

La cantidad de flúor que se consume con el agua es difícil de controlar, pero en España hay tendencia a tener agua potable con baja cantidad de flúor. Si te surgen dudas acerca de ello, puedes dar agua embotellada a los niños menores de 6 años y a embarazadas, que también pueden desarrollar fluorosis al estar en una etapa más vulnerable.