LA ENFERMEDAD PERIODONTAL PUEDE DAR PIE A OTRAS PATOLOGÍAS

Existe un mayor riesgo de que los pacientes con enfermedad periodontal desarrollen otro tipo de patologías, como mentales y cardíacas, en un lapso de tres años.

La investigación, única en su tipo, fue dirigida por la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, y publicada recientemente en la revista ‘BMJ Open’.

Los expertos han llevado a cabo un estudio de los historiales médicos de 64.379 pacientes que tenían un historial registrado de enfermedad periodontal, incluida la gingivitis y la periodontitis (la afección que se produce si la enfermedad de las encías no se trata y que puede provocar la pérdida de dientes).

De ellos, 60.995 tenían gingivitis y 3.384 periodontitis. Los registros de estos pacientes se compararon con los de 251.161 pacientes que no tenían registro de enfermedad periodontal.

En todas las cohortes, la edad media era de 44 años y el 43% eran hombres, mientras que el 30% eran fumadores. El índice de masa corporal (IMC), el origen étnico y los niveles de privación también eran similares en todos los grupos.

La revisión se basó en determinar cuántos de los pacientes con y sin enfermedad periodontal acabaron desarrollando enfermedades cardiovasculares (por ejemplo, insuficiencia cardíaca, ictus, demencia vascular), trastornos cardiometabólicos (por ejemplo, hipertensión arterial, diabetes de tipo 2), afecciones autoinmunes (por ejemplo, artritis, diabetes de tipo 1, psoriasis) y enfermedades mentales (por ejemplo, depresión, ansiedad y enfermedades mentales graves) durante un seguimiento medio de unos tres años.

Los resultados del estudio mostraron que, en los pacientes con un historial registrado de enfermedad periodontal al inicio del estudio, el riesgo de desarrollar enfermedades mentales aumentaba en un 37%, mientras que el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes aumentaba en un 33%, y el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares aumentaba en un 18%, mientras que el riesgo de padecer un trastorno cardiometabólico aumentaba en un 7% (siendo el aumento del riesgo mucho mayor en el caso de la diabetes de tipo 2, con un 26%).