IMPRESCINDIBLE EL HIGIENE BUCODENTAL EN ENFERMOS DE ELA PARA EVITAR POSIBLES COMPLICACIONES

La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que en España se diagnostican al año de 1 a 2 nuevos casos de ELA por cada 100.000 habitantes, siendo la tercera enfermedad neurodegenerativa más común después del Alzheimer y el Parkinson.

La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las neuronas motoras del cerebro y de la médula espinal, ocasionando debilitamiento muscular e incapacidad de movimiento. Se desconoce su origen, aunque se estima que entre el 5% y el 10% es debido a causas genéticas.

Las personas con ELA deben prestar especial atención a su higiene bucodental para prevenir posibles complicaciones y patologías orales. Igual de importante es realizar visitas periódicas al dentista para recibir los cuidados pertinentes de forma personalizada.

Según avanza la enfermedad, el cepillado dental se hace cada vez más difícil, por lo que estos pacientes necesitarán ayuda para poder seguir la rutina de higiene diaria. Si el enfermo de ELA está en una fase avanzada puede que ya no coma por la boca, aun así, el cepillado e higiene oral es fundamental.

El Consejo General der Dentistas recomienda seguir una serie de pautas para realizar una correcta higiene bucodental:

– Cepillarse, al menos, dos veces al día durante dos minutos con pasta dentífrica fluorada.

– Seguir un orden específico del cepillado para no olvidar ninguna zona. Por lo general, se recomienda dividir la boca en cuatro cuadrantes (dos para la parte de arriba y otros dos para abajo). En cada cuadrante, se deben cepillar todos los dientes y todas las superficies, al menos, 30 segundos.

– Cepillar también la lengua. Se recomienda realizar su limpieza al finalizar el último cepillado nocturno, con el cepillo, aunque existen raspadores especiales que son muy eficaces. En determinados casos, esta higiene puede acompañarse del uso de un enjuague específico, previamente prescrito por el dentista.

– Una vez al día, usar seda dental o cepillos interdentales, preferiblemente después del cepillado nocturno, bien con hilo de seda o con cepillos interproximales para llegar a las zonas donde el cepillo no llega. En aquellos espacios en los que cabe, es preferible usar el cepillo interproximal.  

Si se usa un cepillo manual, mejor elegir uno de cerdas de dureza media, con un cabezal no demasiado grande para permitirle llegar a las zonas más internas de la boca, y no hay que olvidar cambiarlo cada 3-4 meses o antes si hemos tenido una infección respiratoria o una amigdalitis.